domingo, 14 de septiembre de 2014

¡No puedo más! ¡No hay quién le aguante!


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Esto es lo que escucho muy frecuentemente en estos días desde los dos mundos: el de los padres y el de los profesores.

Acaba de empezar el cole y los profesores se enfrentan a una dura tarea que va mucho más allá de su papel como educador: centrar a los niños y niñas y hacerles volver a la rutina de la actividad diaria. En estos primeros días de clase se libran verdaderas batallas para que puedan estar sentados durante seis horas, que presten atención, que no se duerman, que respeten las normas de clase... Todas esas cosas que son imprescindibles para poder empezar a trabajar los contenidos con ellos.

Muchas veces me pregunto y ¿qué ocurre durante las vacaciones para que lleguemos a este punto? 

La respuesta se encuentra en las mismas expresiones con las que comienza este artículo: los padres no pueden más, no les aguantan.

Las vacaciones de verano son un periodo de tiempo en el que debemos desconectar de nuestra rutina diaria  para descansar no sólo el cuerpo sino y, principalmente, la mente. Cambiamos de entorno, actividades y rutinas (nos levantamos más tarde, comemos a distintas horas, nos acostamos mucho más tarde...) y también cambiamos de compañeros: durante el año pasamos más tiempo con nuestros compañeros de trabajo que con nuestra familia.

Todo ello genera unos espacios nuevos para los niños que, de repente, son libres para hacer todo lo que quieran. Tienen todo el día por delante para no parar y, además, en entornos nuevos que les invitan a  jugar, a descubrir cosas, relacionarse con sus padres y hermanos, primos, abuelos... 

Parece que las vacaciones es un tiempo estupendo donde toda la familia va a disfrutar mucho.

Pero a mí, que me gusta mirar a mi alrededor, me parece que muchas familias no disfrutan mucho. Estar todo el día diciendo "niño estate quieto", "no molestes", "ven aquí", "cómo vaya...", "cómo sigas así, nos vamos a casa" (pero nunca se van), "ya no te bañas en toda la tarde" (y a los cinco minutos están en el agua)... no me parece que sea disfrutar. Además estas situaciones cada vez se ven con más frecuencia y con mayor intensidad según se va acercando septiembre.

Papás: ¿qué hacéis durante las vacaciones? ¿Os dejasteis las normas olvidadas al hacer la maleta?

Es normal e incluso recomendable que durante este tiempo seamos más permisivos con los niños pero, incluso en vacaciones, los niños tienen que tener claras las normas (pocas, pero siempre las mismas y en todo momento y lugar) y conocer las consecuencias de su conducta: no vale para nada decir "Como te portes mal, nos vamos a casa" si el niño no sabe qué es portarse mal y nunca nos vamos a casa haya hecho lo que haya hecho y se le haya amenazado las veces que sean.

Con este comportamiento de nosotros, los adultos, ellos aprenden que no pasa nada por mucho que mi padre o madre grite sino todo lo contrario de lo que estamos pretendiendo lograr: cada vez se sienten más fuertes y aprenden a conseguir la atención de los adultos "portándose mal". 
No olvides decirle claramente al niño o niña:

  • Qué es "portarse bien": cuando vayas al agua no corras para no levantar arena y molestar; mientras estamos comiendo tienes que estar sentado a la mesa; las cosas (helado, chuches...) sólo se piden una vez; las cosas (agua, helado, chuches...) se piden sin gritar, ni llorar).
  • Cuál es la consecuencia de que no cumpla con la norma: piénsala bien , debe ser proporcionada a la conducta y durante un tiempo concreto (no puedes decir estas castigado a todo, todo el tiempo)
  • y cumplirlas, pase lo que pase y aunque los mayores perjudicados seamos  nosotros (si hay que irse de un restaurante o de la playa o la piscina, debemos irnos): eso es ser COHERENTE y querer a tus hijos.

Por último, no "destruyas" todas las rutinas que has conseguido durante el año: Mantén (con sentido común y flexibilidad) los horarios de los peques, tanto de comidas como de sueño, ya que necesitan dormir un número de horas mínimas para sentirse bien, que tienen que seguir comiendo de todo y no incrementar descontroladamente el consumo de chuches, helados...

3 comentarios:

  1. Felicidades Amparo por la iniciativa, tienes mucho que aportarnos.
    Mucha suerte. Elena y Juan

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  2. Muchas gracias a los dos. Os animo a participar con vuestras inquietudes, críticas, ideas... Un besazo muy fuerte

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